Consejo #1
Resolución: Las cámaras web tradicionales suelen tener una resolución de 1.0 o 1.3 megapixeles, mucho menos que las cámaras o filmadores digitales, pero ten en cuenta que esta información debe viajar con fluidez a través de Internet, así que una resolución de 1.3 megapixeles tendrá suficiente resolución para tener una imagen de calidad aceptable.
Consejo #2
Cuadros por segundo o FPS: Cuando se utiliza para video, el FPS (Frame per second) es la cantidad de cuadros por segundo que la cámara puede capturar. Si quieres evitar un efecto de parpadeo elegí una cámara web por encima de 24 FPS, ya que esa es la cantidad de FPS a partir del cual el ojo humano ve una reproducción como continua. Lo mínimo es 15FPS.
Consejo #3
Micrófono: Si utilizaras la cámara web para comunicarte hablando, además de imágenes, necesitaras un micrófono, si la cámara web no lo incluye deberás comprarlo por separado.
Consejo #4
Portabilidad: Algunas cámaras web pueden almacenar fotografías o grabar video desconectadas de la PC. Esta puede ser una característica interesante.
Consejo #5
Compatibilidad: Verifica que la cámara web sea compatible con los puertos de tu PC, tu sistema operativo, y que tengas la cantidad de memoria RAM requerida por la cámara web (recomendamos que tomes notas de estos datos y los lleves al momento de comprarla)
Consejo#6
Drivers: Pregunta si la webcam necesita drivers especiales para tu sistema operativo y si estos vienen con la cámara web, caso contrario pregunta cómo obtenerlos.
Consejo #7
Software: Si es posible, es recomendable que la cámara web traiga algún sofware para editar tus fotografías o videos.
Consejo #8
Agarre: Un último punto importante, controla que la cámara web venga con un mecanismo de agarre que sea cómodo y que te permite ubicarla cómodamente sobre tu escritorio.
Es posible que tantos consejos te hayan mareado, pero a la hora de comprar una cámara web, para no equivocarse, hay que estar bien informado.